Nº 18 | Poesía | Terror | 124 versos | Kol Ovalle | Chile | Una voz poética desentierra los restos de un amor muerto, escarbando en la tierra y en la memoria. El poema entrelaza lo orgánico y lo emocional en un proceso de descomposición y renacimiento: el cuerpo de un amante se funde con la naturaleza, su piel convertida en corteza, sus restos alimentando la vida que sigue. Entre imágenes de podredumbre, insectos y raíces, la protagonista confronta el pasado, el deseo y la culpa, mientras busca sentido en la transformación inevitable. En un ciclo de pérdida y regeneración, la muerte se convierte en abono para un nuevo comienzo.